Uso seguro de las hierbas medicinales
En la actualidad, el exceso de información y la comodidad de consultar todo al alcance de 1 clic mediante Internet en buscadores como Google, puede conllevar a encontrar muchos artículos e información que, en su mayoría, no presentan referencias bibliográficas ni se encuentran actualizados, por tanto, sin un respaldo científico de la información.
Es muy importante tener conocimiento sobre el uso seguro de las hierbas medicinales, sobre todo en el caso de personas que utilizan la Fitoterapia como medicina complementaria; no sólo para entender sus propiedades y usos más comunes, sino para saber aplicar su correcta dosis y tener precaución con sus contraindicaciones, su interacción con otros fármacos o medicamentos de uso habitual para tratar patologías crónicas (como diabetes, hipertensión, dislipidemia, hipotiroidismo, entre otras).
Es muy importante tener conocimiento sobre el uso seguro de las hierbas medicinales, sobre todo en el caso de personas que utilizan la Fitoterapia como medicina complementaria; no sólo para entender sus propiedades y usos más comunes, sino para saber aplicar su correcta dosis y tener precaución con sus contraindicaciones, su interacción con otros fármacos o medicamentos de uso habitual para tratar patologías crónicas (como diabetes, hipertensión, dislipidemia, hipotiroidismo, entre otras).
La información ha sido consultada a través de instituciones de salud tanto nacionales como internacionales.
En Chile contamos con un trabajo respaldado por MINSAL (Ministerio de Salud) en el año 2007, donde se reconoce 103 hierbas medicinales, y en el que la mayoría de empresas del rubro o profesionales de la salud, se basan como respaldo; sin embargo, a pesar de ser en su momento un gran avance, lamentablemente hoy en día, luego de 14 años, contiene información desactualizada y no del todo certera.
Desde esta perspectiva y problemática, se decidió ampliar la mirada buscando instituciones internacionales para encontrar los últimos estudios de cada fitofármaco. En esta oportunidad, se consultó con las siguientes fuentes internacionales:
APILAM: Asociación para la prevención e investigación científica y cultural de la lactancia materna.
AEP: Asociación española de pediatría
FDA: Food & Drug administration, en español significa Administración de medicamentos y alimentos de los EEUU, Instituciones que constantemente realizan estudios y van actualizando sus referencias bibliográficas según los últimos avances científicos Te dejamos algunos tips que pueden ayudarte a la hora de elegir un producto de calidad, para un uso seguro y responsable:
1.- Seguridad e higiene: Es fundamental revisar si el producto cuenta con resolución sanitaria, una fecha de envasado, tipo de envase en el que se comercializa, lugar donde lo estás adquiriendo, características de la hierba que estas comprando (¿viene molida? ¿Trae demasiados “palos”? ¿las hojas están café? Incluso puede venir contaminadas con pelos o fecas de animales) así cuando revisamos las características de un producto en el comercio, debemos ser muy rigurosos, pues es un producto que vamos a ingerir.
2.- Todo está en los principios activos: Todas las hierbas medicinales tienen principios activos, que son los que le confieren sus propiedades. Estos principios pueden estar en toda la planta o sólo algunas partes de esta (por ejemplo, sólo en las flores, o sólo en la corteza, etc.), es por todo lo anterior, que resulta muy importante antes de comprar cualquier hierba medicinal, investigar qué parte de la hierba contiene lo que necesitas para que haga el efecto deseado, (recuerda que las hierbas medicinales son usadas como un fitofármaco). Un ejemplo de esto es la Hierba de San Juan o hypericum perforatum, utilizada comúnmente para la depresión, es vendida en el mercado de distintas formas, generalmente utilizando toda la planta, pero si buscamos dónde está su principio activo, encontraremos que este se encuentra exclusivamente en las flores.
3.- Apariencia: Siguiendo los puntos anteriores, es muy relevante reconocer las hierbas medicinales visualmente, saber cómo es la hierba en su estado natural. Para esto te recomendamos buscar fuentes bibliográficas confiables para consultar y mirarla mediante fotos. Un buen ejercicio también es tratar de reconocerlas en la naturaleza cuando tengas la oportunidad, verás que cada vez tendrás “mejor ojo” para identificarlas.
4.- Consulta con tu médico: Así como con cualquier medicamento, con los fitofármacos es importante considerar tus enfermedades crónicas, tratamientos o medicamentos de uso habitual. Siempre debes tener en consideración la importancia de informar a tu médico tratante el uso de una nueva hierba medicinal, esto dado a que algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos, ya sea inhibiendo o potenciando su efecto terapéutico. Un ejemplo de esto es la tradicional Melissa (o toronjil pa’ la pena), usada comúnmente cono sedante o para afecciones del sistema nervioso (muy efectiva, por cierto) pero tiene la particularidad de inhibir la hormona tiroidea, es decir, personas diagnosticadas con hipotiroidismo, en tratamiento con Eutirox (levotiroxina), deberían evitarla pues podría descompensar su enfermedad y complicar su tratamiento.
5.- Dosis y preparación: Como dice la famosa frase “la dosis hace el veneno”, es por esto que es fundamental conocer la dosificación y la forma de preparación adecuadas, ya sea para que el efecto sea el esperado, como para que esta no cause efectos indeseados. Busca productos que indique en su envase la forma correcta de preparación y la dosis recomendada por día, también puedes encontrar esta información en nuestra página.
6.- La edad importa: En Chile, según MINSAL, se recomienda no administrar hierbas medicinales en menores de 2 años debido al riesgo que estas pueden implicar de contraer botulismo. Otras organizaciones (como la AEPED) en tanto son un poco más cautas, recomendando incluso no iniciar su uso antes de los 5 años, pues más allá del botulismo, existen hierbas que en las dosis habituales de adulto pueden ser tóxicas para los niños, pues su volumen de distribución es menor (es decir, son más pequeños y su organismo más inmaduro). Por esto, es importante, al igual que en adultos, consultar siempre con su médico antes de iniciar alguna hierba medicinal. Es importante destacar que independiente de las distintas opiniones que puedan tener las organizaciones, todas están de acuerdo en que no se debe POR NINGÚN MOTIVO administrar hierbas ni aguas (ni cualquier otro alimento) a menores de 6 meses, quienes deben consumir exclusivamente leche materna, o fórmula maternizada.
7.- Casos especiales: Siempre se deben considerar aparte los casos especiales, como son el embarazo, la lactancia, las personas mayores, los niños (de quienes hablamos en el punto anterior) y las mascotas. Todos ellos tienen en común que incluso a pesar de estar sanos, presentan diferencias en su metabolismo, es decir, en el funcionamiento de su cuerpo no es igual al de un adulto joven promedio. Debido a esto, son pocas las hierbas que se pueden consumir “libremente” en estos casos, y siempre es importante investigar antes de consumir cualquier hierba o medicamento, ya que a veces pudiera resultar incluso más perjudicial que no tomarla. En embarazo y lactancia, es de gran ayuda la página web www.e-lactancia.org, donde se puede revisar la compatibilidad de cada producto, indicando el riesgo que esta pudiera representar para el bebé. Finalmente, recuerda empoderarte de tu salud, ser un consumidor/a informado/a y tener un espíritu crítico frente a la información que nos rodea. Recuerda que en Apiyerbas siempre estamos dispuestas a responder tus dudas y conversar de los que hemos comentado en el artículo. Escrito por Equipo de salud Apiyerbas®.
APILAM: Asociación para la prevención e investigación científica y cultural de la lactancia materna.
AEP: Asociación española de pediatría
FDA: Food & Drug administration, en español significa Administración de medicamentos y alimentos de los EEUU, Instituciones que constantemente realizan estudios y van actualizando sus referencias bibliográficas según los últimos avances científicos Te dejamos algunos tips que pueden ayudarte a la hora de elegir un producto de calidad, para un uso seguro y responsable:
1.- Seguridad e higiene: Es fundamental revisar si el producto cuenta con resolución sanitaria, una fecha de envasado, tipo de envase en el que se comercializa, lugar donde lo estás adquiriendo, características de la hierba que estas comprando (¿viene molida? ¿Trae demasiados “palos”? ¿las hojas están café? Incluso puede venir contaminadas con pelos o fecas de animales) así cuando revisamos las características de un producto en el comercio, debemos ser muy rigurosos, pues es un producto que vamos a ingerir.
2.- Todo está en los principios activos: Todas las hierbas medicinales tienen principios activos, que son los que le confieren sus propiedades. Estos principios pueden estar en toda la planta o sólo algunas partes de esta (por ejemplo, sólo en las flores, o sólo en la corteza, etc.), es por todo lo anterior, que resulta muy importante antes de comprar cualquier hierba medicinal, investigar qué parte de la hierba contiene lo que necesitas para que haga el efecto deseado, (recuerda que las hierbas medicinales son usadas como un fitofármaco). Un ejemplo de esto es la Hierba de San Juan o hypericum perforatum, utilizada comúnmente para la depresión, es vendida en el mercado de distintas formas, generalmente utilizando toda la planta, pero si buscamos dónde está su principio activo, encontraremos que este se encuentra exclusivamente en las flores.
3.- Apariencia: Siguiendo los puntos anteriores, es muy relevante reconocer las hierbas medicinales visualmente, saber cómo es la hierba en su estado natural. Para esto te recomendamos buscar fuentes bibliográficas confiables para consultar y mirarla mediante fotos. Un buen ejercicio también es tratar de reconocerlas en la naturaleza cuando tengas la oportunidad, verás que cada vez tendrás “mejor ojo” para identificarlas.
4.- Consulta con tu médico: Así como con cualquier medicamento, con los fitofármacos es importante considerar tus enfermedades crónicas, tratamientos o medicamentos de uso habitual. Siempre debes tener en consideración la importancia de informar a tu médico tratante el uso de una nueva hierba medicinal, esto dado a que algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos, ya sea inhibiendo o potenciando su efecto terapéutico. Un ejemplo de esto es la tradicional Melissa (o toronjil pa’ la pena), usada comúnmente cono sedante o para afecciones del sistema nervioso (muy efectiva, por cierto) pero tiene la particularidad de inhibir la hormona tiroidea, es decir, personas diagnosticadas con hipotiroidismo, en tratamiento con Eutirox (levotiroxina), deberían evitarla pues podría descompensar su enfermedad y complicar su tratamiento.
5.- Dosis y preparación: Como dice la famosa frase “la dosis hace el veneno”, es por esto que es fundamental conocer la dosificación y la forma de preparación adecuadas, ya sea para que el efecto sea el esperado, como para que esta no cause efectos indeseados. Busca productos que indique en su envase la forma correcta de preparación y la dosis recomendada por día, también puedes encontrar esta información en nuestra página.
6.- La edad importa: En Chile, según MINSAL, se recomienda no administrar hierbas medicinales en menores de 2 años debido al riesgo que estas pueden implicar de contraer botulismo. Otras organizaciones (como la AEPED) en tanto son un poco más cautas, recomendando incluso no iniciar su uso antes de los 5 años, pues más allá del botulismo, existen hierbas que en las dosis habituales de adulto pueden ser tóxicas para los niños, pues su volumen de distribución es menor (es decir, son más pequeños y su organismo más inmaduro). Por esto, es importante, al igual que en adultos, consultar siempre con su médico antes de iniciar alguna hierba medicinal. Es importante destacar que independiente de las distintas opiniones que puedan tener las organizaciones, todas están de acuerdo en que no se debe POR NINGÚN MOTIVO administrar hierbas ni aguas (ni cualquier otro alimento) a menores de 6 meses, quienes deben consumir exclusivamente leche materna, o fórmula maternizada.
7.- Casos especiales: Siempre se deben considerar aparte los casos especiales, como son el embarazo, la lactancia, las personas mayores, los niños (de quienes hablamos en el punto anterior) y las mascotas. Todos ellos tienen en común que incluso a pesar de estar sanos, presentan diferencias en su metabolismo, es decir, en el funcionamiento de su cuerpo no es igual al de un adulto joven promedio. Debido a esto, son pocas las hierbas que se pueden consumir “libremente” en estos casos, y siempre es importante investigar antes de consumir cualquier hierba o medicamento, ya que a veces pudiera resultar incluso más perjudicial que no tomarla. En embarazo y lactancia, es de gran ayuda la página web www.e-lactancia.org, donde se puede revisar la compatibilidad de cada producto, indicando el riesgo que esta pudiera representar para el bebé. Finalmente, recuerda empoderarte de tu salud, ser un consumidor/a informado/a y tener un espíritu crítico frente a la información que nos rodea. Recuerda que en Apiyerbas siempre estamos dispuestas a responder tus dudas y conversar de los que hemos comentado en el artículo. Escrito por Equipo de salud Apiyerbas®.
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